La actividad que nos propone en este vídeo el fisioterapeuta Julen Ripa, del Centro de Neurorrehabiltición Aita Menni de Bilbao, va dirigida a todo tipo de pacientes con DCA, tanto si no se mantienen sentados como si ya han conseguido incluso reanudar la marcha.
Tras un ictus u otro tipo de daño cerebral, y sobre todo en fases iniciales de la recuperación, algunas personas no tienen capacidad para sentarse o ponerse de pie y han de pasar muchas horas en la cama. Sin embargo, el hecho de estar en la cama no significa que hayan de estar inactivas. Hay muchos ejercicios que se pueden realizar en la cama y que posteriormente nos ayudarán a conseguir unas posturas adecuadas cuando la persona afectada se pueda sentar o mantenerse de pie, e incluso a la hora de comenzar a caminar. Este es el motivo por el cual el área de Fisioterapia de la Unidad de Daño Cerebral del Hospital Aita Menni ha querido compartir este vídeo con ejercicios para hacer en cama, camilla o en el suelo con una esterilla. Este tipo de ejercicios contribuirán a:
– Disminuir la atrofia muscular
– Mantenimiento de rangos articulares
– Tomar consciencia de nuestro cuerpo y aprender a controlar los movimientos
– Ganar actividad muscular y articular
Es necesario que el paciente elija aquellos ejercicios que pueda realizar de una forma segura. Los ejercicios van progresivamente incrementando la exigencia, por lo que algunos quizás le resulten fáciles y otros difíciles. Nuestros fisioterapeutas subrayan que es importante que cada cual escoja aquellos que se adecuan a su situación. En caso de duda, lo más recomendable es que la persona consulte a su fisioterapeuta para que pueda aconsejarle de forma personalizada.
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Extensiones de rodilla
Posición inicial: Tumbado boca arriba, con un rulo o almohada bajo las rodillas.
Objetivo: Partiendo de una posición de semiflexión de rodillas, extenderemos la rodilla hasta llegar a extensión máxima, aguantando en esta posición 2 segundos. Primero lo haremos con una pierna y después con la otra.
Repeticiones: 10 repeticiones y 3 series con cada pierna.
Beneficios: Ganar fuerza en cuádriceps y favorecer la movilidad de toda la extremidad inferior.
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Flexiones de rodilla
Posición inicial: Tumbado boca arriba, con piernas y brazos estirados a lo largo del cuerpo.
Objetivo: Arrastrar el talón por el suelo a medida que se va doblando la rodilla hasta que la pierna quede flexionada. Si resulta difícil otra persona puede ayudar acompañando el movimiento.
Repeticiones: 10 repeticiones con cada pierna, un total de 3 series.
Beneficios: Favorecer el control de la rodilla y la cadera y activar la musculatura de la extremidad inferior.
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Elevación de pierna
Posición inicial: Tumbado boca arriba.
Objetivo: La pierna que trabaja estará estirada, la que descansa en flexión de cadera-rodilla. Partiendo de una posición de extensión, trataremos de llevar nuestra pierna hacia arriba, intentando que se mantenga estirada. Cuando estemos en el límite del movimiento aguantaremos 2 segundos y bajaremos la pierna de forma controlada.
Repeticiones: 10 repeticiones con cada pierna, 3 series con cada una.
Beneficios: Mejorar la actividad en extremidad inferior y ganancia de rangos articulares y musculares. Así como favorecer el control de cadera y rodilla.
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Puente pélvico
Posición inicial: Tumbado boca arriba, ambas piernas en flexión de cadera y rodilla.
Objetivo: Desde esta posición trataremos de levantar la pelvis de la cama, aguantando 3 segundos arriba y descendiendo de forma controlada.
Variante: Podemos colocar una pelota entre ambas rodillas si nos resultase difícil mantenerlas pegadas. Para complicar el ejercicio podríamos levantar una de las piernas cuando la pelvis esté levantada.
Repeticiones: 10 repeticiones, 3 series en total.
Beneficios: Ganar fuerza en glúteo y mejorar la extensión de cadera.
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Traslado de objetos
Posición inicial: Tumbado boca arriba, las piernas estiradas bajo un rulo o una almohada.
Objetivo: Colocaremos varios objetos a un lado del paciente, el ejercicio consistirá en ir movilizando de lado a lado los objetos con nuestras manos, manteniendo el tronco recto en todo momento y siendo únicamente nuestros brazos los que trabajen.
Variante: Para complicarlo, podemos intentar hacerlo con el brazo contrario.
Repeticiones: Movilizar los objetos, un total de 3 series.
Beneficios: Favorece la movilidad de cintura escapular.
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Más ejercicios para realizar en casa en próximas entregas. Si prefieres descargar o imprimir los ejercicios en PDF también te damos la opción de hacerlo desde aquí 👇
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