Marcos Ríos Lago abordó de manera integral las funciones ejecutivas y la velocidad de procesamiento, elementos fundamentales en la cognición humana, en el I Congreso Internacional de Neurociencias y Rehabilitación de Costa Rica. Nuestro coordinador de la Unidad de Daño Cerebral del Hospital Beata María Ana, que intervino de forma telemática, propuso enfoques de rehabilitación prácticos y basados en la evidencia científica, a la par que destacó la importancia de adaptar los programas a la situación y necesidades de cada paciente.
Llamamos neurociencias al conjunto de disciplinas científicas y académicas centradas en comprender cómo funciona nuestro sistema nervioso para producir y regular emociones, pensamientos, conductas, movimientos y funciones del cuerpo básicas. El “I Congreso de Neurociencias y Rehabilitación en el Curso de Vida: Disminuyendo las Brechas para las Buenas Prácticas” —que se desarrolló en el marco del “XI Congreso Internacional de Terapia Física”, el “VI Congreso Internacional de Terapia Ocupacional” y el “III Congreso Internacional de Neuropsicología” de Costa Rica— se celebró los días 17 y 18 de noviembre con el objetivo de fortalecer redes de comunicación y cooperación para difundir el conocimiento neurocientífico de vanguardia y su implementación en los procesos de rehabilitación de acuerdo a los retos y objetivos de rehabilitación del siglo XXI.
El doctor Marcos Ríos Lago formó parte del panel de ponentes de este evento internacional. En modalidad streaming live, comenzó exponiendo que las funciones ejecutivas (FE) son procesos cognitivos esenciales para la conducta del ser humano, ya que engloban aspectos como la capacidad de anticipación, de elección de objetivos, planificación y autorregulación, entre otras. Para explicar mejor las FE, el coordinador de la Unidad de Daño Cerebral del Hospital Beata María Ana y profesor de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) presentó algunos modelos teóricos, como el de Diamond (2013), que divide las funciones ejecutivas en nucleares y avanzadas, y abordó la posible relación de estos mecanismos con la atención, el lenguaje, la memoria y la cognición social, con procesos como el reconocimiento de emociones, la mentalización o la empatía.
Luego se refirió a la velocidad de procesamiento, que guarda relación con el número de operaciones mentales que pueden realizarse en un tiempo determinado. La velocidad es un elemento que suele verse afectado después de haber sufrido una lesión cerebral, y puede ser abordada como un objetivo más a lo largo del proceso de rehabilitación.
Antes de abordar distintos modelos y enfoques en rehabilitación, el doctor describió el impacto que las dificultades por problemas relacionados con las funciones ejecutivas y la velocidad de procesamiento tiene sobre la vida cotidiana, bien sea debido a un daño cerebral o por otras causas.
Rehabilitación y entrenamiento
Entrando en la rehabilitación de la FE, el ponente aludió a dos enfoques generales. El primero, centrado en el proceso cognitivo y basado en la restauración de las funciones alteradas tras la lesión y el segundo en la compensación o sustitución mediante otras funciones cognitivas y mediante el uso de ayudas externas (agendas, teléfonos móviles, etc.). Cualquiera de estos enfoques debe perseguir objetivos funcionales, es decir, que sean significativos para el paciente y su entorno y permitan alcanzar el máximo bienestar y calidad de vida. Para ello es necesario el consenso con el paciente y su entorno. Nuestro experto apostó por una combinación de estrategias centradas en el proceso cognitivo y en la funcionalidad, un uso combinado de procedimientos cognitivos y conductuales que utilice tanto el entrenamiento directo de procesos como las ayudas externas, las modificaciones ambientales, las estrategias de compensación y al importante papel que juega la colaboración de la familia y los distintos niveles de intervención en el ámbito familiar. La tecnología es una gran aliada de la rehabilitación, un ejemplo es aprovechar juegos y aplicaciones específicas del smartphone,así como la cámara y el micrófono, para la estimulación cognitiva o la supervisión de la conducta. Otro ejemplo podría ser la recuperación de las habilidades específicas que sean importantes para el paciente. Algunos ejemplos de ello son los entrenamientos específicos en lectura, volver a coser y hacer punto, manejar la presión del tiempo, o incluso actividades más complejas como la conducción mediante el uso del simulador de Hyundai.
En su intervención, Ríos expresó la necesidad de la actualización constante, siempre basada en la investigación, y la necesidad de explorar nuevas tendencias, como incluir la inteligencia artificial o el big data en la rehabilitación cognitiva, algo que ya está ocurriendo y tendrá un gran desarrollo en los próximos años. Para concluir, el doctor dedicó un espacio al papel de la familia, a la conciencia de los déficits en psicoterapia y en todo el proceso rehabilitador, y subrayó la importancia de adaptar las intervenciones a la realidad de cada paciente.