Con el tratamiento seguiremos fomentando su movimiento, evitando el sedentarismo, estimulando su sistema cardiovascular y musculoesquelético
Pilar García se cayó en su casa hace unos meses; sufrió fracturas vertebrales, lesión medular y paraplejia (nivel T3), con atrofia muscular espástica en miembros inferiores. El pronóstico con el que salió del hospital no era nada esperanzador, dada la lesión y su edad (82 años). Las trasferencias se hacían con grúa, al alta no poseía control de tronco, no era capaz de mantener sedestación sin respaldo ni de sostenerse de pie. Al alta no poseía control de tronco, no era capaz de mantener sedestación sin respaldo ni de sostenerse de pie y las trasferencias se hacían con grúa.
Debido a su lesión, como vive en un primero sin ascensor, nuestra protagonista no podía salir de casa. Teresa Devís Bueno, una de las fisioterapeutas de la Unidad de Daño Cerebral de Hermanas Hospitalarias Valencia, empezó yendo a su domicilio a trabajar con ella hasta que en el edificio pusieron un salvaescaleras. “Pilar comenzó a emplearlo a raíz de que mejoró su estado motor y podía pasar de sentada a de pie con ayuda de una persona”, nos cuenta Teresa Devís.
Pilar y su familia aprecian mucho el trabajo que se ha hecho desde Hermanas Hospitalarias Valencia, ya que han visto cambios muy positivos. Estos avances han sido posibles porque, a pesar de su edad, Pilar se ha implicado mucho en su tratamiento. Le supone un esfuerzo enfrentarse a las secuelas físicas, pero está motivada y tienen muy buena relación con su terapeuta. La familia también está muy implicada en su cuidado y proceso rehabilitador.
Cambios funcionales
Actualmente, tras un año y medio de fisioterapia, presenta adecuadas reacciones de enderezamiento del tronco en sedestación, se puede mantener en un asiento sin respaldo e incluso alcanzar objetos que están fuera de su radio de acción. Consigue paso de sedestación a bipedestación, con ayuda de una persona. Ahora ya no es necesaria la grúa para las trasferencias.
Nos anima mucho ver su evolución. Pilar logra mantener bipedestación con apoyo de miembros superiores y ha iniciado entrenamiento de la deambulación en cinta de marcha con sistema de suspensión (Andago). Al principio del entrenamiento en cinta, necesitaba asistencia de su fisioterapeuta para lanzar los pasos. Progresivamente se ha ido disminuyendo esta asistencia, de modo que es capaz en la actualidad de realizar algunos pasos por sí misma. El entrenamiento de la deambulación se realiza en diferentes contextos, también lo entrenamos en suelo con ayuda de grúa de techo y paralelas, así como tan solo con asistencia de la fisioterapeuta.
Como puede observarse en este pequeño vídeo, se han producido progresos funcionales: Pilar ha adquirido más autonomía, ahora participa de manera activa en cambios de posición (con ayuda), lo cual reduce el esfuerzo que suponían los cambios posturales para ella y sus familiares. “No sabemos si podrá llegar a dar algunos pasos de manera autónoma con alguna ayuda técnica (andador), para ello queda un gran camino. Pero vamos a continuar trabajando para explotar al máximo las capacidades motoras de Pilar. Con el tratamiento fomentamos su movimiento, evitando el sedentarismo al mismo tiempo que estimulamos su sistema cardiovascular y musculoesquelético”, declara su fisioterapeuta, Teresa Devís.