El público donostiarra mostró un gran apoyo a las personas y familias afectadas por una lesión cerebral. El evento estuvo organizado, como en ediciones anteriores, por el Hospital Aita Menni y ATECE Gipuzkoa. En esta ocasión fue protagonizado por la Coral Aita Donostia.
Con el aforo al completo y la Coral Aita Donostia como protagonista, este año retomamos la ya tradicional celebración del Día del Daño Cerebral con un concierto solidario en la Iglesia de San Vicente de San Sebastián. En 2020 no pudo celebrarse debido a las restricciones por la covid, tal vez por ello este 26 de octubre de 2021 el público donostiarra se volcó en este evento de apoyo a las personas con daño cerebral de Gipuzkoa.
La Coral Aita Donostia está compuesta por sesenta y cinco coralistas bajo la dirección de Javier Alberdi. El programa para este concierto en favor de las personas afectadas por una lesión cerebral incluyó el Ave Maria, de Tomás Luis de Victoria; O Jesu Christe, de Van Berchem, y Oculi Omnium, de Charles Wood, entre los temas clásicos, a los que se unirán canciones populares como Se equivocó la paloma, de Carlos Gustavino, o Herribera, de Benito Lertxundi con arreglos de Lorenzo Ondarra.
Al concierto acudieron numerosas personas afectadas y sus familiares y amigos, entre ellas las personas usuarias de nuestro Centro de Daño Cerebral Aita Menni en Zuatzu. Entre el público se encontraba la directora general de Atención a la Dependencia y la Discapacidad de la Diputación Foral de Gipuzkoa, Txaro Rodrigo; la concejala delegada de Acción Social del Ayuntamiento de San Sebastián, Aitziber San Román; el presidente de ATECE-Gipuzkoa, José Manuel Amador; el director gerente de nuestro hospital, Mikel Tellaeche, y la coordinadora del Servicio de Daño Cerebral, Olatz Uriarte, entre otros profesionales de nuestros equipos terapéuticos. El objetivo del encuentro, un año más, era que la sociedad visibilizara ese día un poco más a las personas afectadas y que la ciudadanía en general reivindicara junto a ellas su plena integración y participación social.
El concierto formó parte de la celebración del Día del Daño Cerebral y fue organizado por ATECE-Gipuzkoa, la asociación guipuzcoana de familiares de personas con daño cerebral adquirido, y el Hospital Aita Menni. Recordamos que nuestro centro fue pionero en la atención y rehabilitación de personas con daño cerebral adquirido.
Tras la actuación, José Manuel Amador agradeció la actuación del coro Aita Donostia, un conjunto coral muy reconocido, así como el apoyo de las instituciones y de tantísimas personas. Sin duda con su presencia esa tarde se consiguió el objetivo: arropar entre todos a las personas con daño cerebral, “que no vuelvan la cabeza y se sientan solas”.
Previamente, por la mañana, tanto las personas usuarias del Centro de Hermanas Hospitalarias en Zuatzu como las pertenecientes a ATECE colocaron una mesa informativa en la plaza Gipuzkoa para informar sobre la realidad del daño cerebral, que en Gipuzkoa afecta a unas 2.000 personas. Allí les acompañó la diputada de Politicas Sociales, Maite Peña. El presidente de ATECE-Gipuzkoa leyó un manifiesto que la asociación había preparado para concienciar e informar a la población e instituciones públicas de la problemática del daño cerebral.
Desde el movimiento asociativo por el daño cerebral quisieron agradecer también que edificios como el ayuntamiento de la capital guipuzcoana o el estadio de San Mamés se iluminaran de azul para conmemorar el Día del Daño Cerebral.
Coral Aita Donostia
La Coral Aita Donostia fue fundada en 1985 en la Asociación Gaztedi y recibe, por su vinculación con los RR. PP. Capuchinos, el nombre del célebre musicólogo, folklorista y compositor Aita Donostia.
Desde su creación, la actividad de la coral “Aita Donostia” fue intensificándose progresivamente en celebraciones litúrgicas, acompañamientos religiosos, conciertos y concursos.
Desde el año 1998 apoya la iniciativa artística: “Semana Musical Aita Donostia”, promovida por su director Javier Alberdi, en la cual actúa junto a otras agrupaciones corales, instrumentales y orquestales vascas y de otras partes del mundo; siendo algunas de sus intervenciones: la Misa Ferialis Anónimo del s. XVIII, Réquiem de G. Faure, la Misa de Felipe Gorriti, Pequeña Misa de Rossini, la Misa de la Coronación de Mozart, y The Armed Man (A Mass for Peace) de Karl Jenkins.
LA REALIDAD DEL DAÑO CEREBRAL
Alrededor de 20.000 personas en el País Vasco padecen daño cerebral adquirido. El daño cerebral adquirido se refiere a la afectación de estructuras encefálicas en personas que no han nacido con ningún tipo de lesión neurológica pero que en un momento posterior de su vida sufren un accidente cerebrovascular.
La forma más común de daño cerebral adquirido son los ictus y el traumatismo craneoencefálico (TCE), cuya principal causa, a su vez, son los accidentes de tráfico, aunque también los laborales y deportivos. Las secuelas de un daño cerebral son múltiples y, dependiendo de la gravedad y de la zona afectada, se manifiestan en trastornos de la movilidad, problemas de comunicación, déficit cognitivos y alteraciones emocionales y de la conducta. Esta combinación de secuelas imposibilita la realización de alguna actividad básica de la vida diaria en un 60% de los casos y la discapacidad severa o total en un 45%.