Nuestras personas usuarias del centro de Hermanas Hospitalarias en Tenerife cultivan un huerto a partir de un taller rehabilitador que llevan a cabo con la ayuda de profesionales de la propia Unidad de Día de Daño Cerebral.
Cultivar un huerto o un jardín es una práctica común y reconocida como parte de la terapia en distintos ámbitos de la salud. Con el propósito de promover el bienestar de las personas con daño cerebral adquirido, Hermanas Hospitalarias Acamán, en Tenerife, ha promovido que las personas con DCA puedan cultivar un huerto a partir de un taller rehabilitador que llevan a cabo con los y las profesionales del Área.
Para ampliar sus conocimientos y mejorar el huerto que cultivan, las personas con DCA que atendemos tuvieron la oportunidad de visitar los huertos urbanos de La Laguna. Gracias a esta visita pudieron conocer el proyecto de la Red Municipal de Huertos Urbanos del municipio lagunero y, además, conocieron la experiencia de otras personas de la comunidad en lo referente a este ámbito.
Con esta Red, la cual ya cuenta con varios huertos en funcionamiento en el municipio y que está registrando una alta demanda vecinal en los barrios, se está trabajando en la puesta en marcha de nuevas instalaciones con el fin de contribuir a generar, no solo vínculos comunitarios e intergeneracionales en todos los distritos de la ciudad Patrimonio de la Humanidad, sino que también busca aprovechar los acreditados beneficios psicosociales, terapéuticos y para el envejecimiento activo de este modelo de ocio saludable, a la vez que se impulsa la agroecología, la concienciación medioambiental, la recuperación de suelos abandonados, el desarrollo sostenible y la soberanía alimentaria.
Beneficios de la horticultura
Este tipo de talleres procuran bienestar y estimulación sensorial, pero, además, son un instrumento educativo y socializador. Participar en ellos mejora las habilidades, el vocabulario y la comunicación, aumenta la capacidad de observación y la capacitación para el trabajo. Lo mejor de todo es que nuestras personas usuarias toman parte en ellos con mucho gusto.
Y es que la horticultura ofrece diversos beneficios a nivel cognitivo, como la mejora de habilidades y la estimulación sensorial. Además, a nivel social, propicia la interacción dentro del grupo y con personas externas, y fomenta la consideración y el respeto. A nivel emocional, reduce el estrés y la ansiedad, mejora la autoestima y ayuda a manejar la frustración y la ira. También desarrolla la paciencia y el sentido de responsabilidad, aumenta el bienestar y promueve la creatividad y el interés individual. A nivel físico, cultivar un huerto mejora las habilidades motoras finas y gruesas, la coordinación ojo-mano, y contribuye al mantenimiento de objetivos de actividad física. Además, fomenta la actividad física al aire libre y hábitos alimenticios saludables.