Cuando el cerebro en desarrollo de un niño o niña sufre un daño, su aprendizaje deja de ser como cabría esperar. Beatriz Gavilán explicó en radio Ática FM cómo se detectan los problemas de desarrollo y comportamiento tras un daño cerebral, y algunas estrategias que pueden ayudar a abordarlos.
La doctora Beatriz Gavilán, neuropsicóloga de la Unidad de Rehabilitación Infantil del Hospital Beata Maria Ana, fue la invitada del sexto programa ‘Estoy aquí, ¿me ves?- Hemen nago, ikusten nauzu?’ que la emisora solidaria Atica FM dedica a Hiru Hamabi Mar Ugarte, presidenta y asesora de esta asociación de daño cerebral infantil, ofició como anfitriona de este espacio radiofónico.
Tal y como puede escucharse en el podcast, emitido el pasado día 9 de noviembre, nuestra neuropsicóloga expuso cuál es el papel de los profesionales de la neuropsicología dentro de los equipos interdisdiplinares de neurorrehabilitación de niñas y niños que han sufrido un daño cerebral. Su trabajo consiste en profundizar en los procesos cognitivos (la atención, la memoria, el lenguaje…), en valorar las consecuencias de esa lesión que han sufrido -debido a un ictus, traumatismo craneoencefálico, tumor cerebral, meningitis, anoxia por atragantamiento, ahogamiento, hipoxias a causa de una cardiopatía, etc.-, y plantear un programa de trabajo para paliar esos déficit, así como para abordar las alteraciones emocionales y conductuales derivadas del daño. Parte de la tarea del profesional de la neuropsicología consiste en hacer partícipe del tratamiento rehabilitador a toda la familia, para ello es necesario realizar psicoeducación con madres y padres y darles pautas.
Un abordaje diferente, también con el colegio
A la hora de plantearnos cómo mejorar esas dificultades que pueden aparecer tras un DCA, la edad es uno de los “factores clave”; las dificultades van a ser distintas, las pruebs de valoración e incluso la intervención: las intervenciones deben realizarse fundamentalmente a través del juego. Lo primero que tenemos que tener muy claro es el desarrollo normal del niño para poder detectar cuando no se está siguiendo con normalidad. “Indudablemente no es lo mismo un niño con 2 años, que con 8 que con 15”, explicó nuestra neuropsicóloga.
A lo largo de la entrevista, Beatriz Gavilán y Mar Ugarte repasaron distintos aspectos de la rehabilitación infantil, incidiendo en las adaptaciones necesarias por parte del colegio y la familia; en la necesidad de una intervención precoz para ayudar al niño o la niña a adquirir nuevas estrategias (ej, para comer solo con un cubierto adaptado) y también para orientar al entorno y evitar que surjan problemas emocionales y conductuales, que son los que aparecen cuando las personas de alrededor no entienden lo que le pasa al peque y las exigencias no se ajustan a sus posibilidades. La simple valoración de la situación tiene valor terapéutico, asegura la doctora de la Red Menni en Madrid. Desde el ámbito profesional, es necesario conocer muy bien la situación para adoptar estrategias y compensaciones para que el niño o niña se pueda desenvolver mejor, “y evitarle en lo posible malos tragos”, como dice la presidenta de Hiru Hamabi.