El 2 diciembre se celebró en el Centro Sociosanitario Hermanas Hospitalarias de Palencia una interesante jornada sobre atención integral al paciente con ictus, en colaboración con el Centro Hospitalario Benito Menni Valladolid y con SACYL. La doctora Socorro Martínez Ríos explicó el tratamiento rehabilitador que se presta en nuestras unidades de neurorrehabilitación.
En colaboración con Sanidad de Castilla y León, SACYL, los centros de Hermanas Hospitalarias de Valladolid y Palencia celebraron, el pasado día 2, la jornada ‘Atención integral al paciente con ictus’. Profesionales de la medicina, la enfermería, el trabajo social, terapeutas ocupacionales, fisioterapeutas, integrantes de asociaciones relacionadas con el daño cerebral, cuidadores y personas interesadas en conocer en profundidad el ictus pudieron ampliar sus conocimientos sobre las secuelas del ictus, las diferentes etapas dentro de la rehabilitación y la asistencia a las familias que se presta en nuestros centros.
Hermanas Hospitalarias cuenta, en nuestros centros de la Red Menni de Daño Cerebral (en Valladolid, Madrid, varios puntos del País Vasco, Valencia, Santander y Tenerife), con unidades especializadas donde presta una asistencia especializada complementaria al paciente con ictus en las diferentes etapas de su evolución, teniendo como objetivo la rehabilitación del paciente y la ayuda a su familia.
En la apertura de la jornada participaron el director general de Hermanas Hospitalarias España, Alberto Martín de la Mata; los directores gerentes del Centro Sociosanitario Hermanas Hospitalarias de Palencia y del Centro Hospitalario Benito Menni de Valladolid, Javier Arellano López y Ángel Miguel González Vicente, respectivamente; el director gerente del Área de Palencia del SACYL, Juan López Messa, y el delegado territorial de la Junta de Castilla y León en Palencia, José Antonio Rubio Mielgo.
Tras la conferencia inaugural, sobre el desarrollo de las unidades de ictus, a cargo de Juan Francisco Arenillas Lara, jefe del Servicio de Neurología del Hospital Clínico Universitario de Valladolid y la ponencia del doctor Jacinto Sánchez Navarro, jefe del Servicio de Medicina Interna del Complejo Asistencial Universitario de Palencia sobre ‘El paciente con ictus en el Hospital‘, intervino la doctora Socorro Martínez Ríos, jefa clínica de la Unidad de Neurrehabilitación del Centro Hospitalario Benito Menni de Valladolid para hablar sobre el funcionamiento de una unidad que dirige.
La Unidad de Neurorrehabilitación
“La Unidad de Daño Cerebral Adquirido de la Red Menni en Valladolid está especializada en la rehabilitación integral de las personas afectadas por una lesión cerebral u otros tipos de patología neurológica. Nuestras modernas instalaciones se encuentran ubicadas en un nuevo edificio, luminoso y funcional. En la actualidad, el Centro Hospitalario Benito Menni es el único en Castilla y León altamente especializado en neurorrehabilitación integral. Nuestra principal característica y valor es la multidisciplinaridad y el trabajo conjunto de todos los profesionales altamente especializados en este tipo de pacientes neurológicos”, destacó la ponente.
Incidiendo en el carácter individualizado y multidisciplinar de nuestros programas, la doctora Martinez Ríos explicó que el objetivo de la neurorrehabilitacion intensiva que se lleva a cabo en la Unidad “tiene un objetivo recuperador en medida de lo posible”. Los pacientes agudos y subagudos ingresados diariamente realizan sesiones de fisioterapia, terapia ocupacional, logopedia, neuropsicología y robótica. Dentro de este trabajo coordinado, no podemos olvidar la labor que realizan otros profesionales, desde la propia doctora Martínez Ríos, como especialista en Medicina Física y Rehabilitación, al médico internista, el optometrista, pasando por el equipo de enfermería y auxiliares, trabajadores sociales, monitores y personal de recepción, entre otros colaboradores. La doctora fue desgranando cada una de sus funciones, así como su especificidad a la hora de tratar las consecuencias del ictus.
Al mismo tiempo, Martinez Ríos quiso subrayar el papel de la familia como coterapeuta. “Está descrito que la rehabilitación es un proceso similar a la educación, aunque debemos evitar trato paternalista -dijo-. Las sesiones tienen como fin la recuperación física y cognitiva empleando el mayor tiempo posible (apoyo familiar) y con persona habitual para el paciente, ya que es muy importante la carga afectiva“. No quiso finalizar sin hacer referencia a los proyectos de investigación que se llevan a cabo en estrecha colaboración con la Universidad de Valladolid (UVA) y a la gran utilidad de los años de experiencia en la rehabilitación multidisciplinar del daño cerebral a la hora de tratar las secuelas del covid.
A continuación tomo la palabra Ana Isabel Moreno Flores, enfermera especialista de la Unidad de Altos Cuidados del Centro Sociosanitario Hermanas Hospitalarias de Palencia, para hablar sobre ‘Altos cuidados en el paciente neurológico’. Tras el debate moderado por Emilio Negro González, director de Enfermería del mismo centro, Verónica Olmedo Vega, trabajadora social del Área de Neurología del Hospital Clínico Universitario de Valladolid procedió a pronunciar la conferencia de clausura: ‘Trabajo social de Neurología’.
En opinión de Mª Eugenia Díaz-Emparanza, coordinadora del Servicio Ambulatorio de Neurorrehabilitación, “lo más importante de la jornada fue el hecho de el reunir a especialistas del SACYL en el tratamiento dl ictus con la continuidad de tratamiento especializado en unidades de convalecencia y neurorrehabilitación como las nuestras”.
Sobre el ictus
El ictus sobreviene sin aviso y cambia por completo la vida de la persona afectada y de su familia. El ictus, antes más conocido como infarto cerebral o embolia, es un accidente cerebrovascular (ACV) que se puede prevenir con un adecuado control de los factores de riesgo. El ictus ha aumentado su incidencia en los últimos años, de modo que afecta ya a una de cada seis personas. En la actualidad es la primera causa de muerte entre las mujeres y la principal causa de discapacidad adquirida en personas adultas. Se estima que aproximadamente la mitad de las personas que sufren un ictus van a acusar secuelas limitantes y un tercio serán dependientes.