Así lo declaró el director del Área Asistencial y Educativa de Hermanas Hospitalarias en la Jornada de rehabilitación de la extremidad superior hemipléjica. Por su parte, José Ignacio Quemada, responsable de la Red Menni de Daño Cerebral, aseguró que se ha superado el periodo de “nihilismo terapéutico” y que hoy contamos con protocolos y tecnologías innovadoras para su tratamiento.
Según se puso de manifiesto en la Jornada de rehabilitación de la extremidad superior hemipléjica, en España viven 420.000 personas con daño cerebral adquirido. El 78% de los casos tuvieron su origen en un ictus y el 22% restante en traumatismos craneoencefálicos, provocados en su mayoría por accidentes de tráfico. En el caso de los ictus, el número de diagnósticos anuales es de 187 por cada 100.000 habitantes, y de ellos el 80% sobrevive a la fase aguda. Sin embargo, en un 85% de los casos persisten trastornos motores y hasta un 72% de los pacientes no recupera la función motora de miembro superior.
José Antonio Larraz recordó que el impacto que se deriva del daño cerebral es la limitación de la función cognitiva y de la funcionalidad tanto del miembro superior como del inferior. “Afecta a la autonomía de las personas para llevar una vida normal y tiene consecuencias en la dimensión emocional del paciente, con el riesgo que esta dolencia puede llegar a cronificarse”, explicó. El director del Área Asistencial y Educativa de Hermanas Hospitalarias aseguró que la clave para abordar el daño cerebral es iniciar cuanto antes la recuperación y que ésta sea extensiva en el tiempo. “El primer año es clave en el tratamiento”, aseguró el doctor Larraz, quien también subrayó el carácter innovador que presenta la rehabilitación para abordar esta dolencia. “Estamos ante una de las especialidades más innovadoras que existen en medicina, en la que concurren la tecnología y la técnica asistencial, que incluye la iniciativa adquirida por los profesionales en su contacto habitual con los pacientes”.
Rehabilitación
El doctor José Ignacio Quemada, responsable de la Red Menni de Daño Cerebral, afirmó que se ha superado el “nihilismo terapéutico” que pesaba sobre este tipo de dolencias. “Antes la hemiplejia del miembro superior era irreversible, en cambio hoy asistimos a un proceso de estudio para ver qué se puede hacer, y contamos también con protocolos y tecnologías innovadoras”.
En relación con este aspecto, Amaia Goiriena, terapeuta ocupacional del Hospital Aita Menni, incidió en la importancia de realizar una buena valoración previa del paciente de cara mejorar la práctica clínica, con el objetivo puesto en recuperar la funcionalidad mediante el establecimiento de objetivos funcionales.
La investigadora Helena Melero, neurocientífica del Laboratorio de Análisis de Imagen Médica y Biométrica de la Universidad Rey Juan Carlos, se refirió a las posibilidades que abren a la recuperación el empleo de prótesis avanzadas en la reorganización del cortex cerebral de los pacientes y de técnicas como la resonancia magnética en tiempo real para localizar en el cerebro el área donde se concentra el movimiento del miembro. “Es muy importante que el paciente aprenda a controlar esa región del cerebro y favorecer así el proceso de rehabilitación”, explicó.
Sobre este mismo aspecto volvió a incidir el Dr. Juan Pablo Romero, especialista en neurología de Hospital Beata María Ana, quien aseveró que, tras una lesión, “la corteza cerebral se reorganiza estructural y funcionalmente” y que son precisamente las técnicas de estimulación las que pueden influir, a través de la neuromodulación, en la reorganización funcional de la corteza, y así modificar el patrón de recuperación. A este respecto, Romero anunció que el Hospital Beata María Ana pondrá en marcha próximamente dos protocolos de estimulación en la recuperación del ictus.
Avances tecnológicos
Thierry Keller, investigador y director del área de neurorrehabilitación de la empresa Tecnalia, presentó las novedades y los avances que están desarrollando sobre neuroprótesis del miembro superior. Se refirió, por ejemplo, a la tecnología FES Arrays en el agarre, un sistema de electrodos multicampo que permite realizar con precisión el movimiento de apertura y cierre de la mano. Otras tecnologías de las que habló fueron Biones H200, que ayuda a abrir y cerrar la mano y los dedos, y el sistema FES, una prenda elástica, fácil de poner y quitar, con los electrodos integrados en la propia tela, que está diseñada para estimular todos los músculos del antebrazo que son necesarios para un agarre funcional.
Pedro Serrano, terapeuta ocupacional de Hospital Beata María Ana, se refirió también, dentro de este mismo campo, al uso del robot AMADEO, que desde 2012 se utiliza en este centro. Es un sistema para rehabilitación de la mano que ofrece diferentes resistencias a la flexión y extensión de los dedos y que mide rangos de movimiento, fuerzas recibidas y potencia de movilidad. Pedro Serrano aseguró en su ponencia que la utilización de este robot provoca cambios en el mapa cerebral. “Hay reorganización cerebral tras el uso de este sistema”, afirmó.
Para cerrar la jornada, María Morán, coordinadora de la Unidad de Daño Cerebral del Centro Sociosanitario Ntra. Sra. Del Carmen de Valencia, expuso el estado del uso de las nuevas tecnologías en la rehabilitación dentro la población infantil, donde, según dijo, “existen pocos desarrollos”. Morán insistió en la necesidad de que se desarrollen protocolos de actuación para estos casos, en los que se indique cómo actuar, cómo utilizar los sistemas y en qué momentos es más conveniente hacerlo para lograr una buena recuperación. Recordó además que un paciente infantil con una lesión de daño cerebral es más vulnerable, ya que su cerebro está aún en construcción.