Jon Karla Bilbao, paciente del Centro de Neurorrehabilitación Aita Menni de Bilbao, peregrina para “echar una mano” a ATECE Araba. Solicita una aportación económica, “la que cada cual quiera o considere”, para ayudar a la asociación de familias y personas afectadas que tanto le ayudó cuando él más lo necesitaba.
Jon Karla Bilbao es una de esas personas que dejan huella. Huella por su colaboración con el Centro de Neurorrehabilitación Aita Menni de la capital vizcaína, donde recibe atención neuropsicológica para lidiar con los problemas de memoria que tiene a raíz de una anoxia. Por su compromiso con el pueblo de Nanclares; allí vive y participa en distintas actividades de voluntariado y solidaridad: con personas mayores, impulsando las donaciones de sangre, etc. Y es que desde que tuvo DCA se toma la vida de otra manera. “Yo de qué me voy a quejar. Miro a mi alrededor y siempre veo a alguien con peor suerte que yo. He aprendido a ver lo importante, a ponerme en el lado de las personas que sufren por algún problema. En casa, sin hacer nada no me puedo quedar”, nos cuenta.
DCA invisible
No lleva un cartelito en el que ponga cuáles son sus dificultades. Su DCA es de esos ‘invisibles’, de los que no se perciben a primera vista porque no dejó secuelas físicas. “Pero si con menos de 50 te dicen que ya no puedes trabajar se te viene el mundo encima. Es fácil caer en la depresión. Mucho tengo que agradecer a Noemí Álvarez, la neuropsicóloga de Aita Menni que me ha ayudado a que todo de nuevo tenga sentido. Eso sí, tengo que recordarles a todos que me repitan las cosas, que se me olvidan”, explica con buen humor.
ATECE Araba fue otra entidad que sirvió de gran apoyo a Jon Karla cuando más lo necesitaba. Por eso ahora, este ‘chico’ de 54 años -como él mismo se define en el vídeo de abajo- ha decidido dar un paso más en favor del daño cerebral. Bueno, un paso no, miles, millones de pasos, ya que tiene el propósito de recorrer el Camino de Santiago desde Roma hasta la tumba del apóstol. Quiere que sus huellas sirvan en esta ocasión para recaudar fondos para la asociación de daño cerebral adquirido de Álava. En estos momentos la asociación tiene problemas para salir adelante y él quiere contribuir recaudando fondos para que pueda seguir ayudando a otras personas a reconstruir su vida.
“Quiero concienciar un poquito a la gente, que sepan lo que es vivir con daño cerebral adquirido, que no todas las secuelas son físicas, que hay otras invisibles, que afectan a la memoria y la comunicación, que otras son emocionales. Que una vez salvada la vida se nos olvida garantizar su calidad, la inclusión social y el apoyo a las familias”, subraya.
Más de tres meses ‘Abriendo camino al DCA’
Para que ATECE pueda seguir ayudando a otras personas como a él, Jon Karla emprenderá el 7 de marzo la ruta a pie Roma-Santiago, 2.723 kilómetros en 107 etapas. Le acompañará esta vez Jorge Sergio Romero, un peregrino argentino al que conoció en otra de sus peregrinaciones a Santiago. Con esta serán 9 las veces que llegará como peregrino hasta la capital gallega (3 años seguidos hizo el Camino francés, 2, el portugués y en otras ocasiones el de la Costa o las etapas finales, normalmente en solitario). “Saldremos de Roma el 7 porque el Papa celebra el 6 en la Plaza de San Pedro una bendición especial para peregrinos. No sé si lo mío es fe en Santiago, desde luego es un cariño especial. Cuando llego al Obradoiro siento una emoción difícil de explicar”, relata.
Comprometido con la causa del DCA, Jon Karla corre con todos gastos de su iniciativa, una campaña que han denominado ‘Abriendo camino al DCA’. Calcula que tardará al menos tres meses y medio, “porque algo habrá que descansar. Y los albergues en Italia y Francia no son tan baratos como en España”. El dinero que obtenga irá a parar íntegramente a ATECE Araba. Jon Karla Bilbao es socio, voluntario y miembro de la junta directiva de la asociación.
Las personas quieran contribuir a su hazaña ayudando a ATECE Araba económicamente con la cantidad que estimen pueden hacerlo siguiendo alguna de las pautas que se sugieren en este enlace.
Por un presente mejor
Jon Karla no recuerda bien la frase de Eleanor Roosevelt que su mujer, Agurtzane Cortazar, le escribió en una especie de diario en el que relató sus días en coma, pero se quedó son su mantra: “Ayer es historia, mañana es un misterio, hoy es un regalo”. Por eso quiere ayudar. ATECE Araba presta atención a 200 familias mediante diferentes programas y, entre sus demandas, pide que se desarrolle una estrategia vasca de atención al DCA que tenga como base la coordinación entre los ámbitos asistenciales sanitarios y sociales. Está convencido no solo de que “una vida salvada merece ser vivida” sino de que viviéndola con compromiso se puede conseguir que también otras personas vivan mejor. “¡Que cada uno busque en su interior y que se agarre a algo que le haga sentir mejor!”. De este modo quiere animar a cualquier que se sienta flaquear, por los motivos que sean.
Prestaremos mucha atención a su trayecto y a sus logros. ¡Buen Camino, Jon Karla!