Pili Ors se ayuda de pequeñas notas en cajones y armarios para recordar las tareas diarias y saber dónde guarda las cosas en casa. Así sortea las dificultades derivadas de la amnesia anterógrada.
La amnesia anterógrada generalmente se produce como consecuencia de un daño cerebral; podría definirse como un déficit de memoria que hace referencia a las dificultades a la hora de ‘grabar’ información nueva. Es lo que le ocurre a Pili Ors tras el ictus que sufrió hace unos años. Esta afectación en la memoria inmediata le genera algunos problemas para afrontar las actividades de la vida diaria: le resulta muy difícil recordar conversaciones recientes, caras nuevas, saber dónde ha guardado una cosa, aprender el camino al Centro de Día Bekoetxe, del IFAS (Instituto Foral de Asistencia Social de Bizkaia), al que acude, etc.
Sin embargo, siguiendo indicaciones de los profesionales de Aita Menni, y en este momento de la neuropsicóloga Ainhoa Espinosa, estos problemas cotidianos empezaron a ser más llevaderos.
En primer lugar, Ainhoa Espinosa habló con Pili y con Jose, su marido, para establecer unos objetivos. Uno de los objetivos marcados era instaurar rutinas para compensar las dificultades de atención y memoria a las que ha de enfrentarse Pili. El matrimonio, que tiene una niña pequeña, necesitaba un poco de ayuda y realizar algunos cambios para seguir adelante con la mayor normalidad posible en sus vidas. Con paciencia y poco a poco, familia y profesionales fueron dando pasos y las dificultades fueron haciéndose más pequeñas.
Para organizar mejor las actividades de Pili en casa ha sido fundamental colocar unos carteles en los sitios o aparatos que le creaban más problemas. La propia Pili los plastificó en el centro y los llevó a casa. Leyendo sus indicaciones, ya no tiene dificultad para encontrar las cosas y no se olvida de que ha de cerrar las ventanas, por ejemplo.
En la calle, simplemente con un pequeño plano, Pili demostró que era capaz de llegar perfectamente al centro.
Otro aliado importante para ella es el teléfono móvil. Lo maneja mucho y muy bien: lo utiliza como herramienta de estimulación cognitiva; usa la agenda con alertas y alarmas para no olvidarse de ducharse o de cualquier otra cosa que tenga que hacer; le sirve para hacer la lista de la compra y como pastillero-recordatorio para tomar las medicinas. Otra aplicación le ayuda a situarse y buscar el medio de trasporte más adecuado al desplazamiento que desea realizar.
El trabajo desarrollado entre los profesionales del equipo de rehabilitación y la familia ha propiciado que Pili adquiera habilidades para la autonomía. Las estrategias de compensación (organización, autoinstrucciones) junto con ayudas externas como la agenda, el mapa y el uso del móvil han mejorado la calidad de vida de Pili, su autonomía y su funcionalidad.