Las dificultades se van manifestando a medida que el niño o niña va adquiriendo el nivel esperado para su edad. Nuestros equipos insisten en que es necesario abordar esos problemas de manera precoz y desde una concepción global, mediante la aplicación de programas de atención transdisciplinar, en los que participen doctores y terapeutas de diversas disciplinas.
Según datos de la Federación Española de Asociaciones de Profesionales de Atención Temprana (GAT), al menos el 10% de la población infantil de entre 0 y 6 años puede necesitar algún tipo de intervención en atención temprana, más allá del 3% de niños y niñas que presentan discapacidad. La atención precoz resulta imprescindible para abordar problemas en el desarrollo físico y cognitivo (memoria, conducta, lenguaje…) de un buen número de niños y niñas, así como trastornos de la conducta y de la deglución, entre otros.
Los servicios de Rehabilitación Infantil de la Red Menni ofrecen rehabilitación integral a niños y niñas con dificultades a causa de un daño cerebral o de otras alteraciones del neurodesarrollo, como es el caso de Paula, que nació con un trastorno del neurodesarrollo grave causado por la alteración del cromosoma 3 p 221 del gen CTNNB1. Paula, como tantos niños y niñas, precisa Atención Temprana. Este es un pequeño ejemplo de una de las sesiones de fisioterapia de Paula con la fisioterapeuta pediátrica Irma García, en el Centro de Neurorrehabilitación Aita Menni de Bilbao. Preguntamos a Irma García:
– ¿En qué consiste la fisioterapia infantil en Atención Temprana?
La fisioterapia infantil abarca la valoración, el tratamiento y el seguimiento de niños y niñas de 0 a 6 años, que tienen alguna patología o bien están en riesgo biológico o social de padecer algún trastorno del desarrollo. Se encarga de favorecer y promover el correcto desarrollo psicomotor para que se cumplan los ítems motores propios de su edad y así prevenir o tratar la aparición de posibles alteraciones músculo esqueléticas y promover su autonomía personal. Desde el área de fisioterapia además, acompañamos a las familias, para que se pueda desarrollar una buena actividad en el entorno natural del menor.
Para esto es necesaria una buena y fluida coordinación con los diferentes profesionales que van a intervenir en el desarrollo del niño, así como un buen vínculo entre familia y fisioterapeuta.
Tanto Irma García como la logopeda Oihana Ramos, a quien vemos abajo trabajando con Paula, aseguran que es muy importante la detección y atención precoz de problemas en los peques. “Es importante para acompañar, supervisar y tratar las posibles alteraciones (permanentes o transitorias) del desarrollo psicomotor, derivadas de: síndromes, parálisis cerebral infantil, daño cerebral adquirido, enfermedades neurodegenerativas y prematuridad, entre otras”.
– ¿En qué consiste la logopedia infantil en Atención Temprana?
La logopedia en Atención Temprana, al igual que en fisioterapia, consiste en el conjunto de intervenciones dirigidas a la población infantil de 0-6 años, a la familia y al entorno, siendo la logopedia la disciplina encargada de prevenir, evaluar, diagnosticar y tratar las alteraciones de la comunicación, lenguaje, voz, habla, deglución y audición, así como de las dificultades en la lectoescritura.
El trabajo en conjunto con familia, profesores, pediatras, especialistas en otorrinolaringología (ORL) y digestivo, así como cualquier profesional que este con el niño o niña es de gran importancia para un buen desarrollo del tratamiento.
– Fisioterapia y logopedia son dos ejemplos de disciplinas que intervienen en Atención Temprana. ¿Todavía existe una falta de conciencia sobre la importancia de una atención “a tiempo”?
Cada vez existe una mayor conciencia en la importancia de realizar una detección precoz de signos de alarma, por parte de los diferentes profesionales que intervienen en la evolución de los niños; pediatras, enfermeras, maestros…
E incluso, es cada vez más frecuente, encontrar niños y niñas derivados a Atención Temprana, por un posible riesgo de padecer alguna alteración en su desarrollo, como por ejemplo, en el caso de los prematuros.
– ¿Qué signos de alarma pueden poner en guardia a los papás?
Los padres pueden detectar signos de alarma, pero son los pediatras de Atención Primaria los que en primer lugar suelen alertarse cuando no se dan los ítems propios de la edad o se dan en calidad incorrecta, con respecto a la población sana. Encontramos signos de alarma cuando:
– Existe un retraso significativo en la aparición de adquisiciones del desarrollo global o de un área específica, para la edad del niño.
– Persisten patrones que deberían haber desaparecido.
– El niño o niña presenta signos anormales.
Los signos de alarma no siempre deben ser tratados ya que, en ocasiones, evolucionan favorablemente o son compensados. Es siempre el profesional sanitario quien decidirá si es necesaria la intervención terapéutica o no.
– Una vez detectadas las dificultades, ¿cuál es el camino a seguir?
En el País Vasco existe un sistema de valoración y derivación de todos estos casos que funciona de forma eficaz. Los peques son valorados por un equipo de valoración en atención temprana (EVAT) compuesto por profesionales de distintas disciplinas que, en caso de ser necesario, emite un plan de intervención personalizado y posteriormente son derivados a un EIAT (equipo de intervención en atención temprana).
– ¿Qué papel juega en el tratamiento la familia?
En todo este proceso, la familia tiene un rol esencial, es la estructura principal, por lo cual resulta importantísimo empoderar a sus miembros. Ya que serán ellos los que en el día a día acompañarán al menor. Es fundamental realizar un trabajo en el entorno natural del menor, para favorecer la integración y normalización.
– ¿Con qué obstáculos se encuentran para hacer que esta atención sea una atención continuada?
En la actualidad, la ayuda económica termina a los 6 años, momento en el que para la gran mayoría de los casos sigue siendo de vital importancia continuar tratamiento.