El juego como herramienta terapéutica - 26 abril, 2018
Cuando hablamos de neurorrehabilitación en la infancia, los conceptos juego y aprendizaje van de la mano. Nuestra intervención debe estar orientada hacia la adquisición del mayor número posible de patrones motores y habilidades de procesamiento sensorial.
Autora:
Fátima Sahara Sanz
Terapeuta ocupacional. Unidad de Rehabilitación Infantil del Hospital Aita Menni
De todas las actividades de la vida diaria, el juego tiene un carácter central en la vida de las niñas y niños. Según la especialista en ergoterapia pediátrica Francine Ferland, podríamos definir el juego como una actitud subjetiva donde el placer, la curiosidad, el sentido del humor y la espontaneidad se unen reflejándose en una conducta libremente elegida, de la cual no se espera ningún rendimiento específico particular.
“La experiencia del juego opera cambios en la arquitectura del cerebro, especialmente en los sistemas relacionados con la emoción, la motivación y la recompensa”, asegura Gordon Burghardt, etólogo de la Universidad de Tennessee.
Otros expertos en el juego, como Spinka y sus colaboradores o Pellis y Pellis, explican que el juego es un fin en sí mismo, que se lleva a cabo por el placer y la alegría de poder realizarlo; se trata de crear un mundo en el que los niños tengan el control y puedan salir en la búsqueda de lo incierto para conquistarlo, de este modo, los niños desarrollan un repertorio de respuestas flexibles a situaciones que crean y con las que se encuentran.
Aprendizaje motor a través del juego
Cuando hablamos de neurorrehabilitación en la infancia, los conceptos juego y aprendizaje motor van de la mano. Partiendo de esta base, nuestra intervención debe estar orientada hacia la adquisición del mayor número posible de patrones motores básicos con los que poder construir opciones variadas de movimiento, favoreciendo así el desarrollo de las habilidades sensoriomotoras y de procesamiento sensorial. Estas constituyen la base de todo aprendizaje futuro.
Durante el desarrollo, gracias a la capacidad plástica, adaptativa y potencial de aprendizaje del cerebro se van dando cambios cada vez más especializados y diferenciados. La evidencia señala que los circuitos neuronales se remodelan para codificar nuevas experiencias y ser capaces de producir cambios en el comportamiento motor.
El aprendizaje motor (AM) es el conjunto de procesos internos asociados a la práctica y la experiencia, que producen cambios relativamente permanentes en la capacidad de producir actividades motoras, a través de una habilidad específica. Además, otro concepto importante relacionado con el aprendizaje motor es la participación activa de la niña o el niño en la tarea que se debe desarrollar.
La motivación es crucial para la ejecución de la tarea o actividad, la resolución y superación del problema. La participación activa realza el procesamiento del aprendizaje y ayuda a mantener una continuidad del mismo.
Nuestra principal herramienta de intervención en población infantil será por ello el juego, que, como ya hemos señalado anteriormente, es la principal y más significativa ocupación en esta etapa de la vida y porque es a través del juego cómo el niño adquiere destrezas de ejecución sensoriomotoras, perceptivo-cognitivas y socio-afectivas.
El juego y la adquisición de habilidades adaptativas
Así, para que realmente se produzca un aprendizaje efectivo, que dé lugar a la adquisición de habilidades adaptativas en el niño, es importante que el juego contemple cuatro elementos primordiales: placer, motivación intrínseca, sensación de control y aprendizaje.
En términos generales, podemos hablar de unas líneas de intervención cuyo objetivo es abordar las limitaciones presentes y futuras, optimizando y favoreciendo la maduración y el progreso adecuados, centrándonos en los siguientes aspectos:
- Favorecer la adquisición de habilidades de coordinación psicomotriz, incidiendo en el desarrollo la motricidad gruesa (coordinación dinámica global) motricidad fina (coordinación óculo-manual y óculo-motora) y diversos aspectos motores como son el control del movimiento, la fuerza, lavelocidad, la resistencia, la precisión o la destreza. Así como la adquisición de habilidades de estructuración perceptiva como el conocimiento del esquema corporal (partes del cuerpo, lateralidad, eje central), la percepción espacio-visual (posiciones en el espacio, figura-fondo, partes-todo, relaciones espaciales) o la percepción táctil.
- Potenciar lo máximo posible la autonomía e independencia en las tareas de la vida diaria como el vestido y desvestido, aseo-higiene, alimentación y manejo de utensilios propios de cada tarea.
- Realizar adaptaciones, ya sea de la propia actividad o bien modelando y reconstruyendo las características físicas del entorno y de los utensilios, que favorezcan la integración y la acción de los niños y niñas de la manera más autónoma posible.
- Asesoramiento a la familia y a su entorno escolar sobre las ayudas técnicas o adaptaciones necesarias para la promoción de la autonomía.
- Realizar evaluaciones y seguimientos periódicos.
Recordarnos que la salud no sólo puede verse afectada por la presencia de la enfermedad sino también por la inhabilidad de realizar ocupaciones y de participar en situaciones de vida causadas por barreras medioambientales, o por problemas que existen con las estructuras y funciones corporales (OMS, 2001).
Es por ello que desde el entendimiento de la terapia ocupacional, como la “disciplina cuyo objetivo general es la promoción de la salud y el bienestar a través de la ocupación” (WOFT), hemos de ligarnos íntimamente y abocarnos profesionalmente a jugar, porque, tal y como describió la terapeuta ocupacional Meire Maciel Rocha, “el juego en las niñas y niños representa una forma primaria de participación entretejiéndose en la vida diaria”.
Referencias
- Blázquez Ballesteros MP, Mahmoud- Saleh Ucedo L., Guerra Redondo L. Terapia ocupacional pediátrica, algo más que un juego. TOG(A Coruña) [revista internet]. 2015 [11.01.18]; monog.7: [100-114]. Disponible en: http://www.revistatog.com/mono/num7/pedoatrica.pdf
- Occupational Therapy Practice Framework: Domain and Process. The American Journal of Occupational Therapy. November/December 2002. Volume 56 Number 6
- Documento Terapia Ocupacional en Atención Temprana. Asociación Profesional de Terapeutas Ocupacionales de Navarra. APTONA. Pamplona 2004. Disponible en: http://www.terapia-ocupacional.com/articulos/TO_Atencion_Temprana_Navarra.shtml
- Lester, S.; Russell, W. (2011): El derecho de los niños y las niñas a jugar: Análisis de la importancia del juego en las vidas de niños y niñas de todo el mundo. Cuadernos sobre Desarrollo Infantil Temprano 57s. La Haya, Países Bajos: Fundación Bernard van Leer. ISSN 1383-7907. ISBN 978-90-6195-124-7
- R. Cano de la cuerda, A. Molero-Sanchez, M. Carratalá-Tejada. I.M. Alguacil-Diego, F. Molina-Rueda, J.C. Miangolarra- Page y D. Torricelli. Teorías y modelos de control y aprendizaje motor. Aplicaciones clínicas en neurorrehabilitación.