
Abordaje de pacientes con daño cerebral adquirido en las salas Snoezelen - 17 urria, 2025
Las salas Snoezelen se perfilan como una herramienta terapéutica beneficiosa en la rehabilitación de personas con daño cerebral adquirido. A través de estímulos visuales, táctiles, auditivos y olfativos, estos entornos favorecen la conexión sensorial, la activación neurológica y la recuperación funcional. La intervención en estos espacios diseñados para la estimulación multisensorial controlada —guiada por profesionales especializados, como terapeutas ocupacionales o fisioterapeutas— potencia tanto las capacidades motoras como cognitivas del paciente, y se consolida como una terapia innovadora y humana para la rehabilitación integral.
Escrito por:
Esther Romaguera Bosch, terapeuta ocupacional del Servicio de Rehabilitación Física de Fundació Hospitalàries Martorell
El origen de la palabra Snoezelen proviene de dos palabras holandesas, snuffelen que significa adormecer y doezelen que su significado es impregnar/oler.
La estimulación multisensorial o Snoezelen surgió en los años 70 en Holanda de la mano de Jan Hulsegge y Ad Verhul, y desde entonces lleva aplicándose a distintos colectivos.
Esta herramienta se rige a través de unos principios teóricos: integración sensorial de Jan Ayres (EEUU años 60) y de la basal stimulation de Andreas Frolich (Alemania años 70).
En sus inicios se empezó con personas que presentaban discapacidad intelectual, ofreciendo entornos apacibles para ofrecer estímulos básicos que permitieran interactuar con el entorno y con la propia persona. Esta intervención progresivamente se ha extendido a otros sectores como la etapa de desarrollo infantil, personas diagnosticadas de trastorno del espectro autista, en el campo de la geriatría, la salud mental y actualmente en el daño cerebral adquirido.
Las salas sensoriales, o Snoezelen, son espacios adaptados para ofrecer estímulos sensoriales a personas que por la causa que sea presentan dificultades en percepción o la interpretación de estos estímulos.
En estos espacios los estímulos los controlamos los profesionales; de esta manera podemos intensificar o disminuir la intensidad de los mismos. También esta acción puede ser realizada por la propia persona usuaria, siendo una acción activa o bien realizada por el profesional, pasiva si la situación del paciente lo requiere (en etapas de mayor desconexión o dependencia). El uso de los diferentes dispositivos que se emplean tiene una justificación, centrada en el desarrollo neurológico y siguen en vigencia después de muchos años de su creación (material vibratorio, fibras de led luminosas, espejos que multiplican el espacio, butacas reclinables o camas de agua…). Estos espacios y entornos son seguros y permiten estimular a la persona de manera poco invasiva y ofreciendo tiempos de respuesta frente a estímulos visuales, olfativos o táctiles entre otros.
Trabajaremos los cinco sentidos básicos, la propiocepción y el componente vestibular.
En las etapas agudas de la patología, cuando el paciente se encuentra con poca conexión con el medio, se convierten en herramientas favorables para estimular los sentidos, olores (con fragancias penetrantes para estimular el olfato), tocar elementos con texturas y temperaturas distintas para propiciar el estímulo táctil, o visualizar fibras de leds con luces de colores que cambian de color o bien escuchar ruidos, sonido para estimular la audición. Estos estímulos son básicos para reconectar el cerebro.
El perfil de paciente afectado de daño cerebral adquirido es el último en el que se ha integrado este tipo de intervención, y es importante implementarlo como medida terapéutica. La riqueza de esta intervención es que no necesitamos ninguna condición previa, solamente se excluirían a personas que presentan agitación, inquietud o un problema de inestabilidad en su estado de salud vital.
En especial cuando trabajamos con personas afectadas de daño cerebral, los profesionales de rehabilitación buscamos como objetivo principal la parte motora. Lograr la máxima capacidad funcional y la mayor autonomía en la realización de las actividades básicas de la vida diaria (ABVD) o, en su defecto, facilitar al máximo el trabajo al personal cuidador.
El trabajo en estas salas permite mejorar en el paciente el control del tronco, la sedestación y si es posible la bipedestación. El agarre de estas fibras luminosas, el contacto con la columna de agua, nos permite entrenar la mano del paciente buscando la fuerza, destreza, o paliar la alteración sensitiva que pueda presentar. Agarrar, sostener y mantener objetos permite iniciar el proceso rehabilitador. Conseguir que el usuario pueda alcanzar de manera espontánea la fibra de led o bien el terapeuta se la ofrece para logar el agarre palmar, serán básicos en la etapa inicial.
Es importante mantener un espacio con estímulos, pero estos deben de ser controlados, sin sobrestimular en exceso y se deben de ofrecer de manera paulatina, viendo las respuestas que este ofrece.
Un profesional entrenado, como es un fisioterapeuta o un terapeuta ocupacional, será clave para desarrollar esta intervención.
A través de estas intervenciones se busca que la persona brinde respuestas activas a este estímulo que percibe; puede ser la obertura de los ojos, el seguimiento de un elemento que se le acerca o bien alcanzarlo con la mano, acción que requiere coordinación óculo-manual. Cambiar el tono postural al reaccionar frente a un sonido o vibración…
Estas dinámicas se pueden realizar en la misma habitación, si la persona afecta requiere estar encamada o presenta un estado de elevada fragilidad, y se realiza con el carro sensorial, en vez de trabajar en la propia sala sensorial.
El carro sensorial
Este elemento es clave para acceder de manera rápida e inmediata. Este carro lleva distintos elementos visuales (proyector de imágenes, fibras de leds, material de soporte, luz negra…), equipo de música. Puede utilizarse empleando música suave, de ambiente, como sonidos de la naturaleza, o elementos vibratorios, como la comuna de burbujas para estimular la palma de la mano. Sería como una mínima representación de una sala. Solo precisamos un enchufe y el dispositivo ya se encuentra operativo.
El uso de estos dispositivos también nos permite además de trabajar el área motora trabajar las áreas cognitivas. La intervención en la sala snoezelen es individual y el beneficio que podemos obtener puede ser muy importante.