Importancia del ejercicio físico para la mejora del equilibrio en pacientes con párkinson - 15 noviembre, 2023
Autora:
Alba Simón Pellitero, fisioterapeuta
Centro de Neurorrehabilitación Aita Menni (Bilbao)
La enfermedad de Parkinson es una afección neurodegenerativa común en edades avanzadas, caracterizada por síntomas motores como temblores, bradiquinesia, rigidez e inestabilidad postural, además de posibles trastornos sensoriales y cognitivos. Para mejorar el equilibrio en pacientes con párkinson, se recomiendan ejercicios específicos: estímulos auditivos, ejercicios en plataforma móvil, hidroterapia, pasos de baile, fortalecimiento del CORE… Y, entre ellos, algunos muy sencillos que se pueden realizar en casa. Practicar haciendo series como las que describe nuestra fisioterapeuta ayuda a mejorar la calidad de vida, a controlar factores de riesgo cardiovascular y a mantener la fuerza y la resistencia.
¿Qué es la enfermedad de Parkinson?
La enfermedad de Parkinson es la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente y aumenta su probabilidad de presentación en edades avanzadas. Fue descrita por primera vez en 1817 por James Parkinson, y está caracterizada por temblor de reposo, bradiquinesia (disminución del movimiento tanto en amplitud como en velocidad), rigidez e inestabilidad postural.
Aparte de estos síntomas motores, la enfermedad se puede presentar acompañada de otras disfunciones que no son exclusivamente motoras. Dentro de ellas se pueden encontrar trastornos sensoriales y déficit cognitivo.
Clasificación de la enfermedad de Parkinson
Para medir el alcance de esta enfermedad se utiliza una escala llamada Escala de Hoehn y Yah. que clasifica los pacientes en tres niveles:
- Enfermedad leve: correspondería con el estadio I. Aquí la afectación es mínima.
- Enfermedad leve-moderada: corresponde con los estadios del II al III. Aquí la afectación oscila entre mínima y moderada y ya se ven afectados el equilibrio y el control postural, entre otros parámetros.
- Enfermedad severa: se corresponde con los dos últimos estadios. Aquí la enfermedad pasa a ser incapacitante y generadora de situaciones de dependencia.
Evaluación del equilibrio en pacientes con párkinson
El equilibrio es un parámetro muy importante en estos pacientes ya que, dependiendo del estadio de la enfermedad, se puede ver más o menos afectado y esto puede influir en la calidad del movimiento y en el riesgo de caídas.
Para la valoración del equilibrio en este tipo de pacientes se utiliza una batería de test, de los cuales los más importantes se explican a continuación.
Por un lado, el Mini-BESTest, que es un apéndice reducido del BESTest (Balance Evaluation System). Contiene 14 ítems en los que se agrupan las cuatro secciones de las que se forma que son: las reacciones posturales anticipatorias, las respuestas posturales, la orientación sensorial y el equilibrio durante la marcha.
Otra herramienta de medición ampliamente utilizada es el Timed up and go Test (TUG). Este test mide, en segundos, el tiempo que una persona tarda en levantarse de una silla, andar una distancia de 3 metros, dar la vuelta, volver a la silla y sentarse de nuevo.
Tipología de ejercicios que han demostrado eficacia en la mejora del equilibrio en pacientes con enfermedad de Parkinson
Diversos estudios proponen ejercicios que mejoran el equilibrio en personas con párkinson; la mayor utilidad de estas estrategias es en las fases leve y moderada.
Destacan los ejercicios específicos de equilibrio acompañados de estímulos auditivos que se realizan con ayuda de un metrónomo; también se proponen ejercicios en plataforma móvil con un arnés para garantizar la seguridad de los pacientes y una plataforma que provoca perturbaciones anteroposteriores, laterales y diagonales.
Por otra parte, también son muy efectivos en este grupo de pacientes los ejercicios de equilibrio realizados en piscina (hidroterapia) y ejercicios de baile en los que se pueden introducir diferentes ejercicios de disociación de cinturas y potenciación de extremidades inferiores. En este tipo de pacientes, asimismo hay que darle mucha importancia a la estabilización del CORE (término que hace referencia al tronco y la pelvis en su función de estabilización postural) y programar una serie de ejercicios de fortalecimiento del mismo.
En conclusión, el ejercicio físico es una herramienta eficaz en la mejora del equilibrio, y por ello de la calidad de vida. Redunda en una mejora del equilibrio, en el control de factores de riesgo cardiovascular y en un mantenimiento de la fuerza y la resistencia. Todos estos factores ayudan a frenar la progresión de la enfermedad de Parkinson.
Ejemplos de ejercicios
A continuación, se describen ejercicios sencillos que podemos hacer en casa por nuestra cuenta.
Ejercicios de marcha con aros
Colocando aros en el suelo, la persona camina metiendo el pie en los aros sin tocarlos.
Este ejercicio también se puede llevar a cabo realizando marcha lateral.
Ejercicio de marcha con obstáculos
Consiste en caminar mientras, levantando bien los pies, se salvan diferentes obstáculos.
Este ejercicio, al igual que el de los aros, se puede llevar a cabo realizando marcha lateral.
Ejercicios para el fortalecimiento del core
Hay muchos ejercicios que se pueden realizar para fortalecer esta parte tan importante del cuerpo, entre ellos destacan, por ejemplo:
- Puente glúteo: estando tumbado sobre la cama o sobre una esterilla, doblar las piernas y levantar el culo de la superficie, aguantar un poco arriba y bajarlo suavemente. Se recomienda realizarlo en series de 10 repeticiones realizando un descanso entre serie y serie.
Se puede colocar peso en la zona del abdomen para aumentar la exigencia del ejercicio.
- Circunducción de pierna: en lamisma posición que en el ejercicio anterior pero con las piernas extendidas, elevar una de las piernas y realizar círculos en el aire.
- Elevación de pierna en sedestación: la persona sentada en una silla (con o sin reposabrazos) eleva una de las piernas, aguanta unos segundos y la vuelve a bajar suavemente. Se recomienda realizarlo en series de 10 repeticiones realizando un descanso entre serie y serie.
- Sentadilla: en la misma posición que el ejercicio anterior y con los pies a la altura de los hombros, consiste en levantarse y sentarse suavemente sin utilizar las manos. Se recomienda realizarlo en series de 10 repeticiones realizando un descanso entre serie y serie.
Todos estos ejercicios, junto con una rutina de ejercicio cardiovascular, como puede ser salir a pasear regularmente o realizar pedaleo, ayudan a la mejora del equilibrio y de la calidad de vida de las personas con enfermedad de Parkinson.