En nuestros centros solemos recomendar la adaptación de la ropa a las personas con movilidad reducida pero, en muchos casos, no es fácil realizar las modificaciones necesarias. Por fortuna, la oferta en el mercado de prendas adaptadas es cada vez mayor; las personas con discapacidad pueden vestir a su gusto sin renunciar a la comodidad.
La doctora Begoña Goiria, desde siempre sensibilizada con la accesibilidad y la integración de las personas con dificultades, montó hace un par de años la tienda Amasando Bienestar. Su eslogan es “moda para las personas discapacitadas”. Cuando le preguntamos por qué se decidió a embarcarse en este proyecto esto es lo que nos contó:
“Tú ves lo que miras. Y yo, como estaba mirando, lo vi. Desde que fui madre hace 20 años, empecé a darme cuenta de lo difícil que era entrar con el carrito de mi hija en una sucursal bancaria, llegar a la guardería…Ya entonces comencé a poner reclamaciones por falta de accesibilidad. En un viaje a Berlín me topé con una tienda increíble. Aunque casi era hora de cerrar, entré y conocí a Murat Kurt. Conectamos y enseguida me animó a distribuir sus prendas para España y Portugal. No tuve que pensármelo mucho, mi familia comparte mi sueño y mi marido es muy entusiasta y un magnífico comercial”.
Incontables modelos de vaqueros, mantas impermeables, ligeras y abrigadas; chandals, americanas, chaquetas, cazadoras, capas de lluvia, bolsas con enganches y muchos compartimentos, guantes con protección para el roce de las ruedas… Prendas y accesorios muy útiles que mejoran el vestido y la calidad de vida a las personas en silla de ruedas. “Aparentemente son iguales que las prendas que podemos encontrar en todas las tiendas, pero no es así”. Begoña no duda en recurrir a los pictogramas que encargó al efecto de mostrar las diferencias y nos pone como ejemplo los pantalones de Amasando Bienestar:
- Por detrás entre 8 y 12 cm más altos, para que lleguen a los riñones.
- Con elásticos laterales en la cintura, para permanecer tiempo sentados cómodamente y poder realizar las trasferencias sin sobresaltos.
- Con costuras aplanadas para evitar la más mínima rozadura y la aparición de heridas y complicaciones con escaras.
- Con trabillas más juntas y muy resistentes, cosidas con hilo de naylon para ayudar a los cuidadores a hacer las trasferencias.
- Sin bolsillos atrás y con los bolsillos delanteros más abajo para acceder a ellos más fácilmente desde la postura de sentados.
- Con cremalleras hasta el tiro para facilitar el cambio de sonda y todo lo referente a la micción.
- Diferentes anchuras de pierna para las personas que tienen espasmos o han perdido masa muscular.
“Es muy raro ver a alguien con americana en silla de ruedas, porque las americanas que no están adaptadas se abren y hacen arrugas. Las adaptadas tienen la bocamanga más baja para dar mayor libertad de movimientos y que esto no ocurra. Si digo que un poco es mucho, las personas con discapacidad me van a entender enseguida. Una pequeña diferencia puede suponer que una persona con dificultades pueda ir al baño sola, cambiarse sola, sentirse guapa…“, recuerda esta mujer emprendedora con un negocio que califica de ’emocional’. Begoña Goiria anima a los usuarios de internet con discapacidad a llamar por teléfono si encuentran dificultades en la compra online, “porque detrás de la página hay una persona, en su caso ella para ayudar en lo que haga falta”. Amable y de buen trato, esta experta en ropa adaptada asegura que sus prendas tienen un buen precio y “sientan muy bien”.