Tras largas hospitalizaciones en las unidades de cuidados intensivos, se han descrito efectos adversos -por la aparición de dificultades físicas, alteraciones cognitivas y problemas emocionales- en un elevado porcentaje de pacientes, por lo que se hace necesario prestar seguimiento y atención tras el alta.
Equipos interdisciplinares como los de la
Red Menni de Daño Cerebral de Hermanas Hospitalarias ofrecen opciones terapéuticas que han mostrado efectividad en el tratamiento de estas
secuelas cuando se deben a ictus, traumatismos craeneoencefálicos, etc.